En nuestro compromiso por ocuparnos de manera integral de la salud de las personas mayores, desde Residencia Argaluza cuidamos también de ellos compartiendo información acerca de las patologías que más les suelen afectar. Enfermedades como la insuficiencia renal en ancianos, de la cual hablamos en post anteriores, o una de las afecciones relacionadas con el dolor articular que a menudo tanto condiciona la vida de muchos de ellos: la gonalgia. Conocer sus causas, síntomas y opciones de tratamiento nos permitirá entender mejor a quienes la padecen y contribuir a su bienestar físico y emocional.
Qué es la gonalgia en personas mayores
La gonalgia es el término médico que se utiliza para describir el dolor localizado en la rodilla. A medida que envejecemos, nuestras articulaciones sufren un desgaste natural que puede derivar en molestias, inflamaciones o problemas más serios que requieren atención especializada. En las personas mayores, este dolor puede convertirse en un compañero frecuente que afecta a su movilidad, su autonomía y a su calidad de vida.
Comprender la gonalgia implica ser conscientes de que no se trata simplemente de un dolor pasajero, sino de una afección que puede tener múltiples orígenes y manifestaciones. En los mayores, esta dolencia suele estar relacionada con procesos degenerativos articulares, pero también puede ser consecuencia de alteraciones inflamatorias, metabólicas o incluso de malos hábitos posturales adquiridos con el tiempo.
¿Es común la gonalgia?
La gonalgia no es solamente bastante común en la tercera edad, sino que se trata de uno de los motivos más frecuentes de consulta en geriatría y en reumatología. Según el estudio EPISER2016, realizado por la Sociedad Española de Reumatología, la prevalencia de artrosis sintomática de rodilla en España es cercana al 14%, con un aumento significativo en mayores de 70 años. Este dato refleja una de las principales causas de gonalgia en personas ancianas. Asimismo, un estudio realizado en el municipio de Cambre (A Coruña) encontró una prevalencia de artrosis de rodilla de casi un 30% en personas mayores de 40 años, lo cual sugiere que la incidencia puede variar según factores geográficos y demográficos.
A nivel internacional, una revisión sistemática publicada en eClinicalMedicine estima que la prevalencia global de la osteoartritis de rodilla en personas de 40 años o más es de aproximadamente un 23%. Esta cifra se eleva a partir de los 55 años, con un porcentaje que sobrepasa el 33%. Para las mujeres a partir de la menopausia esto es especialmente relevante, así como en personas con obesidad o antecedentes de lesiones articulares. De hecho, el sobrepeso multiplica por cuatro el riesgo de desarrollar esta afección, según los datos de la Organización Mundial de la Salud.

Síntomas de la gonalgia en adultos
Aunque el síntoma principal de la gonalgia es el dolor, esta patología puede manifestarse de diferentes formas:
- Molestias al caminar o subir escaleras. Este síntoma suele manifestarse al realizar actividades que implican carga en la articulación. Es típico de la artrosis y responde al desgaste del cartílago articular. En fases avanzadas, el dolor puede estar presente incluso en reposo.
- Sensación de rigidez, especialmente por las mañanas o tras periodos de inactividad. Conocida como rigidez matutina, suele durar unos minutos en la artrosis y más de 30 minutos en procesos inflamatorios como la artritis reumatoide. Puede dificultar el inicio del movimiento hasta que la articulación entra en movimiento.
- Inflamación visible en la zona de la rodilla. Se manifiesta como aumento de volumen, enrojecimiento o sensación de calor local. Es frecuente en procesos inflamatorios o en presencia de derrame articular, y puede acompañarse de dolor agudo.
- Crujidos o chasquidos al mover la articulación. Conocidos como crepitaciones, suelen indicar una alteración en la superficie del cartílago o una pérdida de su función amortiguadora. No siempre son dolorosos, pero sí un signo de desgaste articular.
- Debilidad o sensación de inestabilidad al estar de pie o caminar. Puede deberse a la atrofia muscular secundaria al desuso, dolor o inflamación crónica. Esta debilidad incrementa el riesgo de caídas y de pérdida de autonomía en las personas mayores.
- En casos más avanzados, deformidad en la articulación o dificultad para extender o flexionar completamente la rodilla. Se trata de una señal de daño estructural severo, como desviaciones del eje articular (genu varo o valgo) o limitaciones funcionales que requieren valoración especializada.
¿Cuáles son las causas de la gonalgia de rodilla en la tercera edad?
Entre las varias causas posibles, muchas están relacionadas con el proceso natural de envejecimiento que afecta a los tejidos articulares. La degeneración progresiva del cartílago, los cambios hormonales y la pérdida de masa muscular pueden contribuir al deterioro de la rodilla. Además, factores externos como el tipo de actividad física realizada a lo largo de la vida o el entorno laboral también juegan un papel importante. Relatamos a continuación las enfermedades asociadas a la gonalgia en las personas mayores:
- Artrosis. Es la causa más frecuente. El cartílago que protege los huesos se desgasta con el tiempo, lo que provoca fricción, inflamación y dolor.
- Artritis reumatoide. Se trata de una enfermedad autoinmune que afecta a las articulaciones y que provoca inflamación crónica.
- Tendinitis. Inflamación de los tendones debido a un uso excesivo o a esfuerzos repetitivos.
- Bursitis. Inflamación de las bursas, pequeños sacos llenos de líquido que amortiguan la articulación.
- Lesiones previas. Fracturas, esguinces o lesiones meniscales que, aunque hayan sanado, pueden dejar secuelas dolorosas.
- Obesidad. El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre las articulaciones de la rodilla.
¿Tiene tratamiento la gonalgia?
La gonalgia puede abordarse desde distintos enfoques, según la causa y la gravedad del dolor:
- Fisioterapia. Comprende ejercicios guiados para fortalecer los músculos que rodean la rodilla, mejorar la movilidad y reducir el dolor.
- Medidas ortopédicas. Incluye el uso de rodilleras, plantillas ortopédicas o bastones para aliviar la carga sobre la articulación.
- Cambios en el estilo de vida. Adelgazar si existe un sobrepeso, adaptar la actividad física a las capacidades del mayor y mantener una rutina de ejercicios suaves.
- Tratamiento farmacológico. Analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos, inyecciones de corticosteroides o ácido hialurónico.
- Cirugía. En casos graves, puede ser necesaria una intervención como la artroplastia (reemplazo de rodilla).
¿Cómo ayudar a las personas con gonalgia?
El primer paso es la empatía. Comprender que el dolor no siempre es visible y que puede afectar más de lo que parece. En segundo lugar, fomentar la comunicación abierta, para que el mayor pueda expresar cómo se siente y qué necesita.
En la Residencia Argaluza trabajamos codo con codo con fisioterapeutas, médicos y cuidadores para personalizar el cuidado y ofrecer estrategias que mejoren la calidad de vida. La revisión periódica del estado de salud articular, la adaptación del entorno (por ejemplo, eliminación de barreras arquitectónicas) y la realización de actividades físicas suaves como el yoga para mayores, la natación o ejercicios en grupo adaptados son una buena manera de mejorar el bienestar de las personas aquejadas de gonalgia.

Prevención y cuidado
Aunque no siempre se puede evitar la gonalgia, sí es posible tomar medidas preventivas: mantener un peso adecuado, realizar ejercicio regularmente para fortalecer las piernas o evitar el sedentarismo prolongado puede suponer una notable mejoría para evitar la aparición de esta dolencia. No menos importante es usar calzado adecuado y cómodo, acudir a revisiones periódicas para detectar precozmente problemas articulares y fomentar una dieta rica en calcio y vitamina D.
Gonalgia en mayores: impacto emocional y social
El dolor de rodilla en la vejez no es solo una molestia común, sino un problema de salud pública relevante por su impacto funcional, emocional y económico. Identificar su prevalencia y entender sus factores asociados permite no solo mejorar la atención clínica, sino también diseñar estrategias de prevención y autocuidado más efectivas.
El dolor crónico afecta mucho más que el cuerpo. En los mayores, la gonalgia puede tener un impacto profundo en el ánimo, lo que genera frustración, ansiedad e incluso depresión. El miedo a caerse, la pérdida de independencia o el aislamiento social son consecuencias frecuentes que no deben subestimarse.
En un entorno como el de la Residencia Argaluza, donde la conexión humana y el bienestar emocional son pilares fundamentales, se presta especial atención a estos aspectos. El acompañamiento emocional y las actividades grupales adaptadas son herramientas valiosas para combatir estos efectos.
En Argaluza creemos firmemente que el envejecimiento activo es una de las claves para una vida plena. Por eso, nuestros programas de salud integran el cuidado físico, emocional y social de cada residente. La gonalgia no tiene por qué ser un obstáculo insalvable: con la atención adecuada, es posible vivir con más comodidad, independencia y alegría.
Si tienes un familiar con dolor de rodilla o simplemente deseas saber más sobre nuestros cuidados, estaremos encantados de escucharte y ayudarte.
Referencias consultadas
- Bustabad Reyes, M. S. (2016) et al. Estudio de prevalencia de las enfermedades reumáticas en población adulta en España. Recuperado de https://bit.ly/3GwkA91
- Silva-Díaz, M. (2022). La artrosis en España: prevalencia, definición de fenotipos y descripción de las características clínicas. Recuperado de https://bit.ly/441I6Vf
- Angulo García, C. (2023). No toda artralgia en un anciano es gonartrosis. Recuperado de https://bit.ly/4lE27aL

Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa, aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, y aportando mi estilo, hacer que su mensaje llegue con mayor claridad a los lectores.