actividades de psicomotricidad fina

Actividades de psicomotricidad fina para conservar la autonomía de los mayores

Ejercitar las funciones motoras en las personas mayores es esencial para consolidar o recuperar su autonomía personal y propiciar un envejecimiento activo. Pero principalmente es fundamental trabajar la psicomotricidad fina por todos los beneficios que aporta a la salud global. En este artículo profundizamos en qué son las actividades de psicomotricidad fina para personas mayores y cómo influyen en su calidad de vida.

¿Por qué practicamos tantas actividades de psicomotricidad fina en Argaluza?

Está más que constatados los múltiples beneficios que aportan las actividades de psicomotricidad fina en la calidad de vida de las personas mayores. Sin duda, esta intervención terapéutica muestra una influencia muy positiva en su salud y su autonomía personal. Toda vez que con ellas se ejercitan las capacidades funcionales, motoras, cognitivas e incluso sociales en las personas ancianas.

Puede afirmarse que las actividades psicomotrices finas favorecen el refuerzo de las habilidades individuales. Lo que, a efectos prácticos, se traduce en que las personas mayores puedan seguir desarrollando con soltura las actividades de la vida diaria. Y, con ello, mantener su independencia y reafirmar su autoestima.

En este sentido, la terapia ocupacional, y dentro de ella, la intervención psicomotora, confluye con el objetivo último de la geriatría. Esto es, mantener y potenciar las condiciones saludables de los adultos mayores.

Además, lo maravilloso de las actividades de psicomotricidad fina es que son muy versátiles y sencillas. De hecho, pueden basarse en acciones creativas o lúdicas, o bien en tareas domésticas y cotidianas. Lo importante es que con estas actividades la persona mayor pueda conservar sus capacidades funcionales y cognitivas para disfrutar de un buen grado de autonomía personal.

Así pues, prevenir y minimizar la pérdida de independencia en el colectivo de mayores, trabajando su psicomotricidad fina, es sumamente recomendable. Pero, en aquellos individuos con deterioro cognitivo o enfermedad neurodegenerativa es sencillamente imprescindible.

Sin duda, en la Residencia Argaluza damos una importancia especial a las actividades multidisciplinares que permitan evitar o contener el avance de estas dolencias. Pues son muchas las personas de edad avanzada afectadas por una demencia, la enfermedad de Alzheimer o algún grado de deterioro cognitivo.

Esta realidad nos ha hecho especializarnos en la atención integral de este síndrome geriátrico. Y las actividades de psicomotricidad fina resultan una metodología fantástica para lograr este objetivo.

¿Qué es la psicomotricidad y por qué se trabaja tanto con las personas mayores?

Es natural, hasta cierto punto, que en la etapa de envejecimiento declinen las capacidades funcionales y sensoriales, cognitivas y motoras. Por eso es importante aplicar un ejercicio regular preventivo que ayude a contrarrestar o evitar este déficit propio de edades avanzadas. Sin duda, el mayor riesgo que se presenta en este colectivo es el deterioro físico y cognitivo porque ello los lleva a situaciones de dependencia.

En efecto, una pérdida de funcionalidad motora obstaculiza la movilidad libre del adulto mayor y pone en riesgo su seguridad física. Además de obligarlos a utilizar recursos ortopédicos para subsanar su deterioro físico. Por su parte, la perdida de funcionalidad cognitiva las hace dependientes de otras personas para el autocuidado y la comunicación con el entorno.

Así, para mantener un buen grado de salud integral, es fundamental que las personas de la tercera edad ejerciten su coordinación corporal y sus destrezas cognitivas. O, en otras palabras, sus habilidades motoras finas y gruesas, que son indisolubles con respecto a sus capacidades mentales o cognitivas. Pues ello redundará en mayor funcionalidad motora y mayores destrezas para valerse por sí mismos.

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Y aquí es donde entran las actividades de psicomotricidad para consolidar su autonomía o recuperarla. Pues la psicomotricidad alude a esa estrecha relación entre la función motriz y la capacidad psíquica que enmarca la actividad socioafectiva del individuo con el mundo que lo rodea.

Las capacidades personales que tienen relación con la psicomotricidad son: fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad; las cuales a su vez se relacionan estrechamente con las capacidades coordinadoras como el equilibrio, ritmo, diferenciación, orientación y reacción.

¿Cuál es la función de la psicomotricidad fina?

La psicomotricidad fina, en particular, se centra en el uso de las extremidades superiores, especialmente las manos. Gracias a ella, gozamos de destrezas manipulativas y de la capacidad para utilizar objetos, herramientas y utensilios.

En efecto, la psicomotricidad fina es esencial para el desarrollo de tareas y hábitos diarios como vestirse, asearse, cocinar, abrochar botones, cerrar cremalleras o puertas, etc. El deterioro de estas habilidades en la persona afecta tremendamente a su rutina y su estilo de vida. Ya que le resta independencia y entorpece el desenvolvimiento adecuadamente en su entorno. Y, por ende, perjudica su autoestima.

Así pues, al desarrollar la motricidad, y sobre todo, la psicomotricidad fina, en las personas mayores estaremos favoreciendo su calidad de vida y la asunción de un envejecimiento activo y exitoso.

De hecho, con las actividades de psicomotricidad fina se previene o retrasa la perdida de funcionalidad en general. Y con ello las probabilidades de que la persona anciana tenga más accidentes —domésticos o exteriores— y la aparición de otros síndromes geriátricos o enfermedades complejas.

Los beneficios de las actividades de psicomotricidad fina para las personas mayores

Mediante la gimnasia suave y las actividades lúdicas, creativas o centradas en la vida cotidiana, las actividades psicomotrices propician tres objetivos básicos vinculados a la salud global:

  1. En cuanto a la salud física y las áreas motoras: las actividades de motricidad fina muestran una alta efectividad sobre la tonicidad, lateralidad, flexibilidad, destreza manual, equilibrio, noción espacio-temporal y praxia —movimientos organizados— global y fina.
  2. Con respecto a salud mental y las áreas cognitivas: favorecen el mantenimiento de la memoria, la concentración, las funciones cognitivas superiores —comprensión, razonamiento, ejecución—; una mayor conservación del lenguaje y la escritura, es decir, de la comunicación y un mejor discernimiento orientativo.
  3. Sobre la salud emocional y social o los aspectos socioafectivos, la intervención psicomotora promueve una actitud positiva, un mejor autoconcepto y una autoestima más elevada. Además, al mejorar o atenuar el deterioro comunicativo y conductual, ayuda a que la persona siga participando en su entorno y establezca relaciones interpersonales. Lo que, indudablemente, enriquece su etapa de envejecimiento.

Es conveniente aclarar que las actividades de psicomotricidad fina pueden desarrollarse de forma individual o en grupos. Pues, si bien los programas de intervención son personalizados, en función del nivel de deterioro físico y cognitivo de cada residente; resultan mucho más efectivos y estimulantes cuando se desarrollan en grupo.

De ahí que nuestro equipo terapeuta abogue por realizar las actividades psicosociales, de terapia ocupacional o de estimulación cognitiva de forma grupal siempre que sea posible.

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La psicomotricidad fina dirigidas a personas con deterioro cognitivo

Entre los síndromes geriátricos que más prevalencia presentan en las personas mayores está el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas. Por tanto, estas personas precisan una atención terapéutica multidisciplinar especializada, basada en una terapia asistida, integral y personalizada. Y la terapia ocupacional y las actividades de psicomotricidad fina forman parte de su tratamiento no farmacológico.

Así, las manifestaciones clínicas que presentan las enfermedades neurales y las demencias son tanto un deterioro de las capacidades funcionales y motoras como, sobre todo, de las capacidades cognitivas.

Pero además de esas pérdidas físicas y psíquicas, están los problemas emocionales y conductuales que provocan estas enfermedades. Así, en los mayores con deterioro cognitivo o demencia son habituales los cambios del estado de ánimo, la irritabilidad, la baja autoestima.

También muestran un escaso rendimiento en la capacidad de conservar y retener información; excesiva dificultad para reconocer objetos y deficiencia en la capacidad de comunicarse y entender las instrucciones. Todo lo cual conduce a una paulatina pérdida de autonomía y de relaciones sociales.

Las actividades de psicomotricidad fina favorecen la restauración de las habilidades cognitivas y enlentecen la progresión del deterioro. Al tiempo que ayuda a mejorar las capacidades funcionales y sensoriales.

Asimismo, suponen un gran apoyo en la conservación de la autonomía para las actividades de la vida diaria durante más tiempo. Lo cual motiva a las personas mayores en estadios tempranos o moderados de una demencia a mantener con más seguridad relaciones sociales y experiencias en el entorno exterior.

Pero además, se percibe un efecto beneficioso en la autopercepción de sus posibilidades psicomotoras reales. Lo que evita que la persona se aísle de su entorno, caiga en la pasividad y empeore su calidad de vida.

Así, las numerosas ventajas que promueven las actividades de psicomotricidad para personas con deterioro cognitivo las convierten en imprescindibles para su bienestar.

Tipos de actividades de psicomotricidad fina para personas mayores

Las actividades de psicomotricidad fina buscan mejorar la coordinación óculo-manual y las habilidades motrices manipulativas. Es por eso que se trabaja tanto con las manos y pequeños objetos. Lo cual refuerza sobremanera las capacidades motoras, funcionales y cognitivas.

Ahora bien, existen diversos tipos de actividades de motricidad fina para mayores. Os compartimos algunos ejemplos.

En cuanto a las tareas de psicomotricidad más creativas trabajamos mucho con actividades vinculadas a la laborterapia o los ejercicios creativos. Como por ejemplo, usar pajitas que deben insertarse en algún objeto lleno de huecos. O pedimos a los mayores que realicen pequeñas bolas de plastilina de diversos colores que después deben colocar sobre cartulinas del mismo color que cada bolita.

Como actividad lúdica, practicamos la psicomotricidad fina mediante el uso de juegos compuestos por varias piezas. Estos son los llamados juegos terapéuticos o educativos, muy vinculados a la pedagogía Montessori —de la hablaremos en otro artículo con más detalle—. Algunos ejemplos son los juegos de piezas apilables para construir estructuras o diferentes tipos de rompecabezas. Aunque también pueden ser de gran utilidad algunos juegos de mesa.

Por último están las actividades de psicomotricidad fina para mayores ligadas a las actividades de la vida diaria. Desde tareas domésticas típicas como preparar recetas de cocina, guardar alimentos secos en botes y cerrarlos, doblar la ropa, etc.; hasta realizar ejercicios manuales sencillos, pero muy efectivos como entrenamiento para conservar la autonomía.

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Ejemplos de dichos ejercicios cotidianos son: el uso de pinzas para colgar algún objeto o sujetar papeles; trabajar con abalorios para crear complementos; rasgar papeles. O bien, abrochar y desabrochar botones; subir y bajar cremalleras; cerrar o abrir objetos que tienen cierres de seguridad, etc.

Este tipo de actividades benefician mucho las funciones cognitivas y motoras. Por eso son muy utilizadas con personas mayores que presentan deterioro cognitivo.

Cómo aplicamos la terapia de actividades de psicomotricidad en la Residencia Argaluza

En nuestro centro para la tercera edad contamos con terapeutas especializados en gerontología que desarrollan actividades terapéuticas donde la psicomotricidad fina es primordial. Tanto como método para prevenir o mantener la autonomía y las funciones cognitivas de los usuarios con autonomía personal; como para ralentizar el avance del deterioro cognitivo o las enfermedades neurodegenerativas.

Es por ello que a nuestro equipo terapéutico le gusta compaginar diversas actividades terapéuticas para reforzar sus virtudes y hacerlas más holísticas. Así, a las actividades de psicomotricidad fina se las combina con otras como la laborterapia o la estimulación cognitiva y sensorial.

Eso sí: desarrollamos toda intervención dentro de un modelo de atención centrado en la persona. Es decir, conociendo y trabajando sobre las necesidades, preferencias y expectativas de cada adulto mayor, para que las actividades tengan un mayor éxito participativo.

Por otro lado, si bien en la Residencia Argaluza diseñamos planes de atención personalizados a cada residente; siempre tratamos de adaptar los programas de psicomotricidad fina al trabajo en grupo. Pues el objetivo también es que nuestros residentes hagan vida en común en la medida de lo posible. Así conseguimos que disfruten de una enriquecedora vida social.

Porque la intervención terapéutica es clave para la salud y el mantenimiento de la autonomía de nuestros mayores. Pero son las relaciones y los contextos socioafectivos, de inclusión y vida social, en las que se realizan los que amplían los beneficios de las terapias.

Todos estos detalles y la apuesta firme por las terapias ocupacionales como las actividades de psicomotricidad fina nos permiten propiciar un envejecimiento saludable. Y, en los casos de personas con deterioro cognitivo o principios de demencia, conseguimos prolongar su independencia y calidad de vida.

¿Quieres saber más sobre nuestros servicios e instalaciones? Contacta con nosotros y acércate a conocernos.

Referencias consultadas

  • Flores, B. & Nicolay, Á. (2018). Eficacia del arteterapia como vía terapéutica para el mantenimiento de la grafomotricidad, pinza fina y oculomotricidad en los adultos mayores de 65 años con demencia tipo Alzheimer en su etapa inicial y moderada. Recuperado de https://bit.ly/3M2PvYP
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  • Londoño, C. (2019). 7 simples actividades para potenciar el desarrollo de la motricidad fina. Recuperado de https://bit.ly/35whfnS
  • Pozo-Cevallos, C., & Fonseca-Bautista, S. R. (2021). La psicomotricidad en el mantenimiento de funciones cognitivo-motoras de adultos mayores con deterioro cognitivo leve. Recuperado de https://bit.ly/3ImEGyT

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