Nuestro servicio de terapia ocupacional centra gran parte de sus intervenciones en prevenir o retrasar el deterioro cognitivo. Así, dentro de las numerosas actividades de estimulación cognitiva, los talleres de reminiscencia ocupan un lugar estelar. En este artículo explicamos más a fondo en qué consiste la terapia de reminiscencia para adultos mayores.
¿Qué es la reminiscencia?
La reminiscencia consiste en un recuerdo impreciso o la acción de representarse u ofrecerse a la memoria el recuerdo de algo que pasó. Así la define la Real Academia Española. Por tanto, es la capacidad de rememorar una situación, un hecho o cosas del pasado. Entonces, la terapia de reminiscencia es una intervención programada que ayuda a evocar recuerdos, mediante la revisión de acontecimientos y experiencias emocionales relevantes en la vida de una persona.
Así, los ejercicios de reminiscencia sirven para estimular la memoria desde las propias vivencias pasadas. Con lo cual, acudiendo a elementos o momentos significativos para la persona mayor, se puede reforzar su identidad, su personalidad y recordarle el lugar que ocupa en su entorno. En definitiva, con la terapia de reminiscencia promovemos el recordar su trayectoria de vida, a fin de conservar lo máximo posible su identidad personal.
La realización de esta clase de actividades terapéuticas les aporta mucho bienestar emocional a las personas mayores. Pues reafirma su seguridad interna, su autoestima y su sensación de control, al estimular la memoria con hechos que conforman su historia de vida. A la par que les brinda la posibilidad de disfrutar de actividades sociales compartiendo momentos amenos y emotivos. Todo lo cual, en su conjunto, acrecienta su calidad de vida.
Por eso, en Residencia Argaluza, la terapia de reminiscencia supone uno de los pilares de nuestro Servicio de Psicología y Terapia Ocupacional. Porque gracias a los talleres de reminiscencia conseguimos prevenir el deterioro cognitivo y mantener las funciones cognitivas y las habilidades intelectuales de nuestros residentes al máximo.
Recuerdos que encierran emociones profundas
Ahora bien, la evocación de recuerdos siempre está ligada al mundo emocional, de ahí que sean tan significativos. Como afirmaba Patrick Estrade: «Los recuerdos se reinventan cada vez que los contamos; son las emociones las que crean los recuerdos». A la hora de tratar con personas con demencia o deterioro cognitivo es conveniente tener muy presente este argumento.
En efecto, en fases moderadas de deterioro cognitivo, Alzheimer u otras demencias es fundamental apelar al mundo emocional de los pacientes. Pues si sus funciones cognitivas están visiblemente mermadas, las emociones se conservan hasta el final. Y es a través de las emociones y la estimulación de recuerdos como podemos hacer el ejercicio de recuperarlos.
Este tipo de actividades de reminiscencia se han mostrado altamente eficaces para preservar las funciones cognitivas y desarrollar sosiego. Puesto que los recuerdos personales suelen aportar satisfacción, seguridad y calma a las personas con deterioro cognitivo.
Lo que se traduce en menor estado de ansiedad, agitación y sensación de pérdida o desorientación. Pues, al fin y al cabo, lo que promueve el olvido es el pavor de no saber quiénes somos, cuál es nuestra función social ni ser conscientes de nuestro protagonismo en nuestro entorno.
De ahí que, por esa fuerte vertiente psicológica y emocional que tienen los recuerdos personales, la reminiscencia es una técnica tan relevante en casos de demencia. Si bien, cabe señalar que, a veces, con estas actividades podemos revivir algunos conflictos no resueltos o recuerdos negativos; pero en todo caso, ello nos ayuda a conocer más a fondo la historia de vida de cada persona mayor.
¿En qué consiste la terapia de la reminiscencia?
Como hemos mencionado, realizar actividades basada en la terapia de reminiscencia será de gran ayuda para ejercitar varios tipos de memorias y estimular las funciones cognitivas. Lo cual siempre es una actividad muy recomendable para las personas mayores, por su potencial preventivo; pero resulta de suma utilidad como recurso terapéutico en aquellas personas con Alzheimer, demencia o con deterioro cognitivo en estadios leves o moderados.
De hecho, los talleres de reminiscencia se emplean especialmente como tratamiento no farmacológico en pacientes con Alzheimer u otras enfermedades neurodegenerativas. Y es que son numerosos los estudios científicos que revelan que dicha terapia reporta beneficios cognitivos, conductuales, funcionales y sociales a estos pacientes.
En este sentido, la terapia de la reminiscencia se basa en relatar detalles de la propia experiencia vital, compartiendo recuerdos y reflexionando sobre el pasado. Así, a medida que el adulto mayor va narrando sucesos pasados, unos recuerdos llevan a otros y se establecen asociaciones de ideas y de eventos. Lo cual potencia aún más la estimulación mnemotécnica y cognitiva.
Su objetivo principal se centra en estimular la memoria episódica autobiográfica y la memoria semántica. Pues gracias a esta activación memorística, se logra enaltecer la identidad personal, el autoconcepto y la autoestima en la persona mayor. Favoreciendo su proceso de envejecimiento y el fortalecimiento de su autobiografía ante el olvido al que la aboca el deterioro cognitivo.
Asimismo, la terapia de reminiscencia incide indirectamente en el mantenimiento de la autonomía y la calidad de vida en todos los adultos mayores. Tanto si padecen deterioro cognitivo como si están sanos, porque ellos disfrutan mucho recordando y ello les motiva a ser más activos.
Así pues, por todas estas ventajas terapéuticas, cognitivas y emocionales, la terapia de la reminiscencia es muy apreciada dentro de la terapia ocupacional geriátrica y la terapias neuropsicológicas más modernas.
Memorias que se estimulan en los talleres de reminiscencia
Como comentamos, el gran potencial de todo taller de reminiscencia es que ejercita y ayuda a conservar mejor la memoria de la persona mayor. Pero principalmente beneficia a dos tipos de memoria, a saber:
- La memoria episódica, es decir, aquella vinculada a recuerdos personales. La terapia de reminiscencia trabaja los recuerdos y sucesos concretos. Situaciones de la vida de la persona que implican un tiempo, un lugar preciso y las emociones que le producen esa remembranza.
- La memoria semántica, o aquella relacionada con datos históricos relevantes. Con ella se ejercita fundamentalmente el lenguaje expresivo, su comprensión y las habilidades comunicativas.
En definitiva, mediante la terapia de reminiscencia se consigue estimular la memoria, fortalecer la atención, la comunicación, la orientación. Así como las gnosias —reconocimiento de los objetos—y la praxia —manifestar impresiones, expresarse mediante gestos y poder comunicarse verbalmente. Lo que convierte a estos talleres en una actividad psicosocial de lo más completa.
Taller de reminiscencia como parte de nuestro programa de terapia ocupacional
En nuestro centro residencial trabajamos mucho con las terapias no farmacológicas incluidas dentro de la terapia ocupacional y neuropsicológica. Ya que su combinación con los tratamientos farmacológicos indispensables para paliar y retrasar al máximo el avance de las patologías neurodegenerativas, está dando muy buenos resultados.
Y es que, como ya sabemos, las terapias neuropsicológicas —estimulación cognitiva, sensorial, terapia de reminiscencia, de orientación a la realidad, etc.— carecen de efectos secundarios. Además de ser un recurso magnífico para tratar no solo la enfermedad en su vertiente física, fisiológica y funcional; sino también en lo que respecta a la salud psicológica, emocional y social.
Como todo recurso terapéutico, la terapia de reminiscencia en adultos mayores debe estar dirigida por una persona profesional que siga una estructura previamente determinada. No obstante, también puede gestionarse de modo informal, siendo los familiares de la persona mayor quienes la lleven a cabo.
Otro aspecto positivo de las sesiones de terapia de reminiscencia es que pueden llevarse a cabo de forma grupal. Lo cual incentiva el disfrute de las relaciones interpersonales, al compartir sus vivencias con otros. Esto hace que la persona mayor se sienta escuchada e integrada en la vida social. Por eso se considera que las actividades de reminiscencia para mayores favorecen el refuerzo de su autoestima.
A continuación, compartimos algunos ejemplos de actividades de reminiscencia para personas mayores sanas o con demencias. Pero antes, debemos recordar que hay que trabajar con recursos que tengan valor en la historia de vida de las personas con deterioro cognitivo; adaptar la terapia a las capacidades aún conservadas y ser respetuosos con la voluntad del paciente de participar o no en las actividades.
Aplicando la terapia de reminiscencia: ejemplos de actividades
- Realizar actividades de la vida diaria permite consolidar la memoria desde la práctica de lo cotidiano. Por ejemplo, doblar la ropa, hacer la cama, ordenar la habitación, poner la mesa, recogerla, etc. Mientras se hacen estas tareas, se pueden iniciar conversaciones de recuerdos al respecto.
- Actividades de psicoestimulación. Ideales para trabajar con personas con demencias, accidentes vasculares (ACV), Alzheimer o deterioro cognitivo. Su función es ayudar a conservar las capacidades cognitivas y la atención.
- Talleres de estimulación sensorial. Sirven para estimular la memoria a través de los sentidos: olfato, vista, tacto, gusto y oído. Para ello se utilizan objetos de diferentes texturas, olores, colores. También fotografías, vídeos, flores, alimentos, etc.
- Historias de vida. Esenciales para trabajar la reminiscencia con cada persona. Mediante su trayectoria vital, se puede recordar nombres, personas, lugares, etc. Así como pueden ponerse en común cada experiencia con otras personas, lo que fomenta la comunicación y socialización.
- Talleres temáticos. Se trata de trabajar con temáticas relacionadas con áreas y tareas fundamentales en la vida de las personas: la vida laboral, la cocina, los oficios, las tradiciones y fiestas, etc.
- Debates sobre la historia contemporánea. Trabajar con episodios importantes de la Historia es muy evocador. A partir de ciertos sucesos históricos se anima a la persona a que relate su propia versión de los hechos, sus recuerdos, etc. y se crean debates interesantes.
- Caja de recuerdos. Consiste en la recopilación de objetos de épocas pasadas: fotos, ropas, documentos, música, vídeos, adornos,… Mejor si son personales porque tendrán un mayor impacto emocional.
- Crear un álbum o libro de memorias que recopile las experiencias más significativas de cada mayor en las diferentes etapas de su vida. Se elabora empleando cartas, fotos, recortes de periódicos, pequeños objetos…
La terapia de reminiscencia: un gran apoyo para las personas mayores con Alzheimer y otras demencias
No quisiéramos terminar este artículo sin mencionar explícitamente la importancia de la terapia de reminiscencia en personas con problemas de memoria. Nos referimos a aquellos adultos mayores con serios problemas de deterioro cognitivo, enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.
Y es que, lamentablemente, un elevado porcentaje de nuestros mayores padecen algún tipo de deterioro cognitivo vinculado a una dolencia. O pueden tener una cierta predisposición a ella, que debemos intentar contrarrestar desde los cuidados sociosanitarios.
Pero centrándonos en las personas mayores con Alzheimer, debido a sus deficiencias cognitivas, presentará dificultades para recordar su propia vida al detalle. Así como para evocar o expresar recuerdos y las emociones asociadas a ellos. Normalmente, el principal escollo que encontramos cuando queremos conversar con ellas sobre su pasado radica en acceder a su memoria remota. Sin embargo, gracias a las actividades de reminiscencia para mayores, se puede eliminar este problema y estimular la memoria episódica y semántica.
En ocasiones, puede bastar con incentivar las experiencias personales pasadas mediante una conversación. Pero la mayoría de los casos se hace indispensable utilizar algún elemento físico o intangible que facilite el recuerdo mediante la emotividad Por ejemplo, su música preferida, visualizar fotografías, recurrir a aromas conocidos, etc.
Adicionalmente, la terapia de la reminiscencia tiene la ventaja de ser una intervención muy efectiva para combatir la depresión. Así como para reducir las conductas agresivas en las personas con Alzheimer u otras demencias. Y, por ende, generar mayores niveles de bienestar y seguridad en las personas de edad avanzada.
Por todo lo expuesto, en Residencia Argaluza promovemos mucho su aplicación con nuestros mayores; tanto con aquellos con autonomía cognitiva como principalmente con los mayores con deterioro. ¡Y lo mejor de todo: a ellos les encanta relatar o revivir sus recuerdos con los demás!
Referencias consultadas
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Redactora de comunicación en la Residencia Argaluza