polifarmacia

Qué es la polifarmacia

En la Residencia Argaluza, uno de nuestros compromisos más importantes es velar por la salud y el bienestar integral de nuestros mayores. Entre los muchos desafíos que entraña esta tarea, la polifarmacia se erige como un problema crítico que requiere una atención minuciosa y constante. La administración de múltiples medicamentos es una realidad para muchos ancianos en los cuales coexisten diversas enfermedades crónicas.

Sin embargo esta práctica puede traer consigo una serie de riesgos significativos. La polifarmacia no solo aumenta la probabilidad de efectos adversos y complicaciones médicas, sino que también puede agravar de salud previos, como ya advertimos en nuestro anterior post sobre problemas de vista en ancianos. En este contexto es vital que tanto el personal de salud como los familiares estén bien informados y participen activamente en la supervisión y manejo de la polifarmacia. Solo a través de una gestión cuidadosa y coordinada podemos mitigar los riesgos asociados y asegurar que nuestros mayores reciban el cuidado que merecen.

En qué consiste la polifarmacia

Entendemos la polifarmacia como la administración simultánea de múltiples medicamentos, generalmente cinco o más, a un paciente. Es común en personas mayores debido a la presencia en muchos de ellos de varias enfermedades crónicas, lo cual puede incrementar el riesgo de efectos adversos, interacciones medicamentosas y complicaciones en la salud.

Los medicamentos pueden interactuar de maneras inesperadas, y en algunos casos dificultar aún más la vida diaria de nuestros residentes. Además, la complejidad de gestionar múltiples prescripciones puede llevar a errores en la medicación, lo que genera un mayor riesgo de hospitalización.

Criterios clínicos para diagnosticar la polifarmacia

La polifarmacia debe ser identificada y tratada de manera correcta para minimizar sus riesgos. Diagnosticarla implica evaluar no solo la cantidad de medicamentos que toma un paciente, sino también la necesidad y efectividad de cada uno. Así como las posibles interacciones de unos con otros. Estos son los criterios clínicos más utilizados para diagnosticar polifarmacia:

  • Número de medicamentos. El criterio más comúnmente utilizado es la administración de cinco o más medicamentos prescritos simultáneamente. Este umbral puede variar, pero es ampliamente aceptado como indicador inicial de polifarmacia.
  • Medicación innecesaria. Presencia de medicamentos que no tienen una indicación clínica en la actualidad o que son innecesarios para las patologías del paciente.
  • Duplicación terapéutica. Uso de dos o más medicamentos del mismo grupo terapéutico para tratar la misma enfermedad sin una justificación clara.
  • Interacciones medicamentosas. Identificación de medicamentos que pueden interactuar entre sí de manera perjudicial, afectando la eficacia o incrementando el riesgo de efectos adversos.
  • Complejidad del régimen de medicación. Una pauta compleja que incluya múltiples dosis y horarios difíciles de seguir puede llevar a errores en la administración.
  • Evaluación de la adherencia. Dificultades del paciente para seguir el régimen prescrito, ya sea por olvido, efectos secundarios o por una falta de comprensión sobre la importancia del tratamiento.
  • Evaluación de la idoneidad. Medicamentos que no han mostrado un beneficio claro o cuyo riesgo asociado a su uso supera el provecho potencial para el paciente.

Implementar estos criterios en la práctica clínica ayuda a los profesionales de la salud a identificar y abordar la polifarmacia. Esto se traducirá en una optimización de la terapia farmacológica de los adultos mayores y mejorará su calidad de vida.

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Causas de la polifarmacia en la tercera edad

La polifarmacia en la tercera edad es un fenómeno complejo impulsado por múltiples factores que contribuyen a la administración de numerosos medicamentos a los ancianos. Entender estas causas es crucial para abordar y gestionar eficazmente este problema y minimizar los riesgos asociados. Algunas de las causas son las siguientes:

  • Enfermedades crónicas. Uno de los factores principales que conducen a la polifarmacia en la tercera edad es la presencia de múltiples enfermedades crónicas. A medida que envejecemos, es común que desarrollemos patologías como hipertensión, diabetes, artritis, enfermedad cardíaca u osteoporosis. Cada una de estas enfermedades puede requerir su propio conjunto de medicamentos, lo que incrementa el número total de fármacos que un adulto mayor debe tomar a diario.
  • Prescripción en cascada. Llamamos prescripción en cascada al fenómeno que se produce cuando un medicamento provoca efectos secundarios que se tratan con otro medicamento, y este a su vez puede causar más efectos secundarios que requieren tratamientos adicionales. Un ejemplo sería un medicamento para la hipertensión que causa hinchazón en las piernas, lo que lleva a la prescripción de un diurético. Esta cadena de prescripciones puede continuar, incrementando el número total de medicamentos sin abordar necesariamente la causa subyacente de los síntomas.
  • Fragmentación de la atención médica. Este es un factor crítico que contribuye a la polifarmacia. Y es que los ancianos a menudo cuentan con múltiples proveedores de atención médica, incluidos especialistas que a menudo no se comunican entre sí. Cada especialista puede prescribir medicamentos basados en su área de enfoque sin una visión integral de todas las medicaciones que el paciente está tomando. Esta falta de coordinación puede derivar en la duplicación de terapias y en interacciones medicamentosas potencialmente peligrosas.

Consecuencias de la polifarmacia

La polifarmacia en la tercera edad conlleva una serie de consecuencias significativas que pueden afectar negativamente la salud y el bienestar de los pacientes. Estas consecuencias abarcan desde efectos adversos e interacciones medicamentosas hasta un impacto considerable en la calidad de vida de los ancianos. A continuación se detallan algunas de estas consecuencias:

  1. Efectos adversos. Estos efectos adversos no solo comprometen la salud física del paciente, sino que también pueden llevar a hospitalizaciones. Dichas hospitalizaciones aumentan el riesgo de complicaciones adicionales y de la mortalidad. Cada uno de ellos tiene su propio perfil de efectos secundarios, y la probabilidad de que ocurran reacciones adversas se incrementa con el número de fármacos consumidos. Estos efectos adversos pueden ser gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento), cardiovasculares (mareos, hipotensión o alteraciones del ritmo cardíaco), neurológicos (somnolencia, confusión, mareos o caídas, como consecuencia del uso de sedantes, antipsicóticos y analgésicos), renales y hepáticos (frecuentes debido a la acumulación de toxinas y a la dificultad de estos órganos para procesar múltiples medicamentos).
  2. Interacciones medicamentosas. Unos medicamentos afectan al funcionamiento de otros, ya sea potenciando sus efectos, disminuyendo su eficacia o provocando efectos secundarios adicionales. A estos fenómenos se los conoce como interacciones medicamentosas, que pueden ser farmacodinámicas (cuando los medicamentos tienen efectos opuestos o sinérgicos en el cuerpo), farmacocinéticas (afectan a la absorción, a la distribución, al metabolismo y a la excreción de los medicamentos) o incluso alimentarias (la ingestión de ciertos alimento pueden interactuar con ciertos medicamentos, afectando su eficacia).
  3. Impacto en la calidad de vida. La polifarmacia también tiene un impacto considerable en la calidad de vida de los mayores. Los regímenes de medicación complejos pueden llevar a problemas de adherencia y, en consecuencia, a la ineficacia del tratamiento. Además, los efectos adversos y las interacciones medicamentosas pueden disminuir la capacidad funcional y la autonomía de los pacientes, afectando su bienestar general. Desde una limitación de actividades diarias hasta un incremento del estrés y la ansiedad, por no mencionar la posibilidad de hospitalizaciones frecuentes.
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Evaluación y gestión de la polifarmacia

La evaluación y gestión de la polifarmacia en la tercera edad es un proceso esencial para garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes mayores. Dado que la polifarmacia puede aumentar el riesgo de efectos adversos y complicaciones, es crucial implementar estrategias efectivas para evaluar y manejar el uso de múltiples medicamentos.

Paso 1: evaluación

El primer paso en la gestión de la polifarmacia es realizar una evaluación integral de la medicación de cada paciente. Este proceso implica una revisión detallada de todos los medicamentos que el paciente está tomando, incluidos los medicamentos recetados, los de venta libre y los suplementos. En este primer paso, los profesionales de la salud deben considerar los siguientes aspectos:

  • Historia clínica completa. Revisar la historia médica completa del paciente para identificar todas las enfermedades que requieren tratamiento.
  • Lista actualizada de medicamentos. Mantener una lista precisa y actualizada de todos los medicamentos, la cual debe incluir la posología de todos ellos.
  • Evaluación de interacciones. Evaluar posibles interacciones entre los medicamentos y sus efectos secundarios.
  • Revisión de la necesidad. Determinar si cada medicamento es realmente necesario y si hay duplicaciones o redundancias.

Paso 2: deprescripción

Una vez que se ha completado la evaluación, el siguiente paso es implementar estrategias de deprescripción. Esto es, reducir o eliminar de manera segura los medicamentos que no son necesarios. Las estrategias incluyen:

  • Priorizar medicamentos. Identificar los medicamentos esenciales y aquellos que pueden ser reducidos o eliminados.
  • Reducir de manera gradual. Siempre que sea posible, disminuir gradualmente las dosis en lugar de suspender abruptamente los medicamentos. De este modo se minimizan los efectos de la retirada.
  • Alternativas terapéuticas. Considerar terapias no farmacológicas o alternativas más seguras.
  • Control continuo. Realizar un seguimiento continuo para evaluar la respuesta del paciente a los cambios en su régimen de medicación.
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Rol del personal de Residencia Argaluza

En un entorno residencial, el personal juega un papel crucial en la gestión de la polifarmacia. Entre las muchas responsabilidades de los profesionales que integran Argaluza, se incluyen:

  • Formación continua. Asegurar que todo el personal esté bien formado sobre la polifarmacia y sus riesgos.
  • Monitorización diaria. Observar y registrar cualquier cambio en el estado de salud de los mayores que pueda estar relacionado con la ingesta de medicamentos.
  • Comunicación efectiva. Mantener una comunicación abierta y efectiva con los médicos y otros proveedores de atención médica para coordinar juntos el cuidado.

El futuro de la gestión de la polifarmacia

El futuro de la gestión de la polifarmacia en la tercera edad es prometedor gracias a los avances tecnológicos, los cuales ofrecen soluciones más seguras, eficientes y personalizadas para la administración de medicamentos.

  1. Sistemas de gestión de medicación electrónica. Los sistemas de gestión de medicación electrónica ayudan a los profesionales de la salud a prescribir, administrar y monitorear los medicamentos de manera más eficaz. Mantienen un registro actualizado de todos los medicamentos, emiten alertas sobre posibles interacciones y facilitan el seguimiento de la adherencia del paciente mediante recordatorios y notificaciones.
  2. Aplicaciones móviles. Las aplicaciones móviles permiten a los ancianos y a sus cuidadores gestionar los medicamentos de manera más efectiva. Estas aplicaciones envían recordatorios de medicación, permiten el seguimiento de síntomas y proporcionan información personalizada sobre cada medicamento.
  3. Dispositivos de administración automatizada. Los dispositivos de administración automatizada, como los dispensadores inteligentes, mejoran la adherencia y reducen errores en la toma de medicamentos. Pueden programarse para dispensar medicamentos en los momentos adecuados, permiten el monitoreo remoto por parte de cuidadores y profesionales de la salud, y notifican cuando es necesario reponer medicamentos.
  4. Inteligencia artificial y big data. La inteligencia artificial y el análisis de big data están revolucionando la gestión de la polifarmacia. La IA puede predecir reacciones a ciertos medicamentos y diseñar regímenes de medicación optimizados, mientras que el análisis de big data facilita la identificación de patrones y tendencias en el uso de medicamentos, contribuyendo a la investigación de nuevas terapias.
  5. Telemedicina. La telemedicina mejora la accesibilidad y la calidad de la atención médica, facilitando la gestión de la polifarmacia a través de consultas remotas y seguimiento continuo. Esto es especialmente beneficioso para pacientes con movilidad reducida y permite ajustes rápidos y oportunos en los regímenes de medicación.
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La Residencia Argaluza y su gestión de la polifarmacia

En la Residencia Argaluza entendemos que cada uno de nuestros residentes es más que un paciente: son personas con historias y legados valiosos. La gestión de la polifarmacia no es solo un reto médico, sino una muestra de nuestro compromiso con su dignidad y calidad de vida.

Para ello implementamos estrategias de evaluación y gestión de la polifarmacia, las cuales creemos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los mayores. De este modo reducimos los riesgos asociados y garantizamos un enfoque de cuidado más seguro y eficaz.

En este contexto, cada medicamento y cada dosis representan una oportunidad para demostrar nuestra dedicación. Ver a nuestros ancianos disfrutar de una vida plena y libre de complicaciones innecesarias es nuestra recompensa. En Argaluza, cada residente es parte de nuestra familia, y su bienestar es nuestra misión más preciada.

Referencias consultadas

  • Arriagada, L. et al. (2020). Polifarmacia y deprescripción en personas mayores. Recuperado de https://bit.ly/44HMTte
  • Sánchez-Rodríguez, J. R. (2019). Polifarmacia en adulto mayor, impacto en su calidad de vida. Revisión de literatura. Recuperado de https://bit.ly/4bypywZ
  • Martin Pérez, M. (2017). Prevalencia de polifarmacia en la población mayor de 65 años en España: análisis de las Encuestas Nacionales de Salud 2006 y 2011/12. Recuperado de https://bit.ly/4dFnzZ2

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