En este espacio de encuentro y divulgación que es el blog de la Residencia Argaluza, queremos hoy proporcionar información valiosa, consejos prácticos y, sobre todo, esperanza para aquellos que enfrentan el reto de vivir con la diabetes de tipo 2. Al igual que las cardiopatías en ancianos, de las cuales ya hablamos en nuestro artículo anterior, se trata de una enfermedad de especial prevalencia entre aquellos seres queridos que viven sus años dorados. Ambas no solo comparten factores de riesgo, sino que precisan también de una serie de cuidados y atenciones, necesarias para poder disfrutar de una calidad de vida satisfactoria.
Qué es la diabetes tipo 2
Para aproximarnos a este desafío de salud y al modo en que impacta la vida de muchos adultos mayores debemos definir antes en qué consiste la glucosa.
Popularmente conocida como azúcar en la sangre, la glucosa es un tipo de azúcar simple que constituye una de las principales fuentes de energía para nuestro cuerpo. Cuando ingerimos los carbohidratos que se encuentran en los alimentos y nuestro sistema digestivo los digiere, estos se descomponen en azúcares más simples, entre los cuales se encuentra la glucosa, la cual pasa posteriormente al torrente sanguíneo. Es entonces cuando la insulina, una hormona producida por el páncreas, hace que la glucosa pase del torrente sanguíneo a las células del cuerpo, con el fin de producir energía.
En condiciones normales, el cuerpo regula cuidadosamente el nivel de glucosa en la sangre para mantenerlo dentro de un rango saludable. Sin embargo, cuando estos niveles de glucosa en la sangre son elevados, esto puede ocasionar problemas de salud diversos en el largo plazo. Esta situación se conoce como diabetes de tipo 2.
La diabetes de tipo 2 es por tanto una enfermedad crónica caracterizada por problemas en la regulación y uso de la glucosa en el cuerpo como fuente de energía. Este trastorno puede ser resultado de una producción insuficiente de insulina por parte del páncreas o por una respuesta ineficaz por parte de las células ante la insulina que se traduce en una incorrecta absorción de la glucosa. Esto puede afectar a la largo plazo al sistema circulatorio, al nervioso y al inmunitario.
Diabetes tipo 1 versus la diabetes de tipo 2
La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica en la cual el sistema inmunitario ataca y destruye las células que producen insulina en el páncreas. Como el cuerpo no puede producir suficiente insulina para que la glucosa pase del torrente sanguíneo a las células del cuerpo, esta se acumula en la sangre, lo cual puede traducirse en una serie de complicaciones a corto y largo plazo si no se gestiona de manera adecuada.
El tratamiento para la diabetes tipo 1 incluye la administración diaria de insulina a través de inyecciones o una bomba de insulina para controlar los niveles de glucosa en la sangre. Además, es importante llevar un seguimiento regular de los niveles de glucosa, mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio regularmente y, en algunos casos, monitorizar la presión arterial y los niveles de colesterol para prevenir complicaciones.
Diferencias entre ambos tipos de diabetes
Tanto la diabetes tipo 1 como la tipo 2 se traducen en un incremento de de la glucosa en la sangre. Sin embargo, ambas tienen tienen ciertas particularidades que las diferencian.
- Edad. Mientras que la diabetes tipo 1 suele ser diagnosticada en niños, adolescentes y adultos jóvenes, la diabetes de tipo 2 puede presentarse a cualquier edad.
- Estilo de vida. La diabetes tipo 1 no está relacionada con el estilo de vida y no es posible prevenir su aparición. La diabetes de tipo 2, por el contrario, puede estar asociada con factores de estilo de vida como la obesidad y la inactividad física.
- Sintomatología. Los síntomas iniciales en ambos tipos de diabetes pueden incluir una sed excesiva, ganas frecuentes de orinar, fatiga, y visión borrosa, entre otros. Sin embargo, los síntomas de la diabetes tipo 1 suelen presentarse de manera más rápida y pronunciada que los de la tipo 2. Con respecto a esta última cabe añadir otros síntomas como un aumento del apetito, una pérdida involuntaria y sin motivo aparente del peso, infecciones que se producen con frecuencia o llagas de lenta cicatrización.
- Prevalencia. La diabetes tipo 2 es el tipo más común de diabetes, en torno a un 13,8% en España. La tipo 1, en cambio, se estima en un 0,2% de la población.
- Gestión de la enfermedad. Dependiendo de las circunstancias de particulares de cada paciente, es posible controlar la diabetes de tipo 2 a través de la dieta y el ejercicio. La gestión de la diabetes de tipo 1, sin embargo, implica además controlar los altos niveles de azúcar en sangre con inyecciones de insulina y otros medicamentos.
Diabetes de tipo 2 en ancianos
La aparición de un diagnóstico de diabetes de tipo 2 trae consigo una serie de cambios en la población anciana, a la cual afecta con una prevalencia que se eleva hasta el 20% en personas mayores de 80 años. Este dato resalta la importancia de un manejo cuidadoso y personalizado de la enfermedad en nuestros mayores, para quienes la calidad de vida y el control de los síntomas se convierten en una absoluta prioridad.
Complicaciones y riesgos de la diabetes de tipo 2 en ancianos
En el cuidado de la diabetes tipo 2, especialmente en nuestros ancianos, es crucial abordar no solo el control de la enfermedad sino también estar vigilantes ante las complicaciones y riesgos que conlleva. La diabetes tipo 2 puede tener un profundo impacto en diversos órganos y sistemas del cuerpo que lleven a complicaciones tanto a corto como a largo plazo. Esto, como es natural, afectará significativamente la calidad de vida y la independencia de nuestros mayores.
- Complicaciones cardiovasculares. Las enfermedades cardiovasculares son una de las complicaciones más graves asociadas con la diabetes tipo 2. Y es que esta dolencia incrementa el riesgo de padecer enfermedades coronarias, así como de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular. La diabetes promueve la aparición de aterosclerosis, una afección que consiste en el estrechamiento y endurecimiento de las arterias. La gestión efectiva de otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión y la dislipidemia, es fundamental en la población anciana con diabetes.
- Neuropatía diabética. La neuropatía diabética puede manifestarse con dolor, con hormigueo o bien con pérdida de sensibilidad en las extremidades. Esto no solo conduce a un empobrecimiento de la calidad de vida debido al dolor y la incomodidad. También aumenta el riesgo de lesiones y úlceras en los pies. Y estas pueden no ser detectadas a tiempo debido a la mentada pérdida de sensibilidad.
- Nefropatía diabética. La diabetes de tipo 2 puede dañar los riñones y conducir a la nefropatía diabética, que en etapas avanzadas llega a requerir diálisis. Un control estricto de la glucemia y la presión arterial son esenciales para prevenir o retrasar la progresión de esta complicación.
- Retinopatía diabética. La retinopatía diabética es una causa importante de pérdida de visión en la población anciana. La detección temprana mediante exámenes regulares de la vista es crucial para prevenir la progresión y preservar la visión.
La importancia de un diagnóstico y tratamiento tempranos
Un diagnóstico temprano permite la intervención antes de que se establezcan complicaciones graves y potencialmente irreversibles. Al identificar y tratar la diabetes tipo 2 en sus etapas iniciales, podemos prevenir o retrasar significativamente el desarrollo de patologías derivadas que afectan la calidad de vida de nuestros mayores.
El tratamiento temprano no solo se centra en la medicación adecuada para controlar los niveles de glucosa en la sangre, sino también en cambios vitales en el estilo de vida, como la nutrición adecuada, la actividad física regular y el control del peso. Estos pasos son esenciales para manejar efectivamente la diabetes tipo 2 y mantener una buena salud general.
Estrategias de tratamiento en ancianos
Si el envejecimiento conlleva desafíos únicos para cualquier persona, estos son aún mayores en el caso de quienes padecen la diabetes tipo 2. Las complicaciones potenciales de la enfermedad, incluyendo aquellas cardiovasculares y neuropáticas, junto con la presencia de otras patologías, exigen un enfoque integral que equilibre de manera efectiva el control de la glucemia con el riesgo de efectos secundarios. Particularmente la hipoglucemia.
Un control estricto de la glucosa en sangre es crucial para prevenir las complicaciones de la diabetes, pero existen otras estrategias de tratamiento en ancianos destinadas a prevenir complicaciones.
- Control metabólico. Conseguir un control adecuado del azúcar en sangre es fundamental para prevenir o retrasar las complicaciones. Sin embargo se deben adaptar siempre los objetivos glucémicos a las particularidades de cada adulto mayor.
- Dieta y ejercicio. La alimentación balanceada y la actividad física regular se mantienen como pilares en el tratamiento, por supuesto adaptados a las capacidades y necesidades individuales. Estas medidas no solo ayudan a controlar la diabetes, sino que también mejoran la salud en general y la cardiovascular en particular.
- Terapia farmacológica. La administración de fármacos debe ajustarse teniendo en cuenta la función renal, el riesgo de interacciones medicamentosas derivadas de la polifarmacia y la susceptibilidad a efectos secundarios. La metformina es frecuentemente considerada para iniciar el tratamiento, siempre que no existan contraindicaciones. Las sulfonilureas o la insulina pueden añadirse o sustituir a la metformina en función de los resultados derivados del control glucémico y de las condiciones de salud del anciano.
- Educación diabetológica. Informar y educar a nuestros mayores sobre la diabetes de tipo 2 es clave. Comprender cómo manejar su enfermedad les da una mayor independencia y contribuye a que puedan alcanzar una mejor calidad de vida.
- Monitoreo regular de la salud. Las revisiones regulares con el equipo de salud como las que llevamos a cabo con los mayores de Residencia Argaluza permiten el monitoreo de la evolución de la enfermedad. También la detección temprana de cualquier complicación. Esto incluye exámenes de la vista, revisiones de la función renal y chequeos de los pies.
- Gestión de la presión arterial y el colesterol. Controlar la presión arterial y los niveles de colesterol es vital para prevenir complicaciones cardiovasculares. Esto puede requerir cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, medicación.
- Evitar el tabaco. Fumar incrementa el riesgo de complicaciones de la diabetes, incluidas las enfermedades cardiovasculares y la neuropatía. Dejar de fumar es uno de los pasos más importantes que se pueden tomar para mejorar la salud general.
Un enfoque individualizado para una vida plena con diabetes de tipo 2
Dado el impacto significativo de la diabetes tipo 2 en los ancianos y las complejidades asociadas con el manejo de la enfermedad en esta etapa de la vida, desde Residencia Argaluza entendemos que es esencial adoptar un enfoque individualizado para cada paciente. Este enfoque debe tomar en consideración no solo los aspectos médicos de la enfermedad. También las preferencias personales, la calidad de vida deseada y los objetivos de cuidado. Porque el camino que lleva a una mejor calidad de vida pasa por el compromiso entender profundamente las necesidades de nuestros mayores como único modo de cuidar de ellos y de velar por su salud.
En Argaluza estamos comprometidos en proporcionar un cuidado que no solo se enfoca en el tratamiento médico, sino también en el bienestar integral de nuestros residentes. Especialmente aquellos que presentan patologías que requieren un cuidado y vigilancia como es el caso de la diabetes de tipo 2. Nuestro equipo multidisciplinario trabaja de la mano con cada residente y su familia para diseñar un plan de cuidado personalizado que fomente una vida plena y saludable compatible con la diabetes de tipo 2.
Referencias consultadas
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- Heredia-Morales, M. (2022). Riesgo de diabetes mellitus tipo 2 y sus determinantes. Recuperado de https://bit.ly/3IQUuvj
- Medlineplus (2024). Metformina. Recuperado de https://bit.ly/3TIBiVE
- Pallardo Sánchez, L. F. (2008). Sulfonilureas en el tratamiento del paciente con diabetes mellitus tipo 2. Recuperado de https://bit.ly/3vpmy6h
- Mayo Clinic (2023). Diabetes de tipo 2. Recuperado de https://mayocl.in/3vrA35o
Redactora creativa. En la Universidad de Vigo obtuve un título en Economía, en la Escuela Elisava de Barcelona cursé un posgrado en Creatividad y Publicidad, y entre libros y talleres de escritura creativa, aprendí a escribir. Trato de enfocarme en lo que marcas y clientes buscan, y aportando mi estilo, hacer que su mensaje llegue con mayor claridad a los lectores.
Excelente contenido, gracias por el aporte.
La diabetes es una enfermedad muy delicada y silenciosa